sábado, 13 de octubre de 2012

Complejidad






“No trates de doblar la cuchara. Eso es imposible. Simplemente asume la realidad: no hay cuchara.”






Tras una reunión con mis amigos de toda la vida (no nos juntábamos todos desde Navidad) vuelvo a llegar a la misma conclusión que tantas otras veces: me aburro con la gente. Es curioso que en lo que a ellos se refieres resulta muy distinto cuando estoy con cada uno por separado, pues entonces sí que salen a la luz las conexiones particulares que tenemos. Pero en grupo, lo especiales que son de por sí y para mí, parece que se diluyera en la mediocridad.

Supongo que en esta circunstancia de mi carácter influye que, desde los trece años,  mi curiosidad (y en origen también, por qué no admitirlo, mi timidez) me ha llevado a leer libros sobre psicología (cómo relacionarse mejor, cómo influir en los demás, comprender nuestros mecanismos, etc.). Es algo que normalmente no digo porque he comprobado que a mucha gente le intimida. Y lo asimilado en esas lecturas, sin duda, es parte de lo que provoca que "cale" a las personas al instante y que me resulten tan previsibles como aburridas.

Algo parecido me ocurre desde los veintidós, cuando empecé a ver vídeos y leer sobre seducción. Ello tuvo parte de culpa de que hace mucho tiempo me diese cuenta de que la seducción no tiene nada que ver con el con salir "de fiesta" y mucho menos con "sugestiones" como el alcohol. Esa es una imagen reduccionista y adolescente de ligar que nos han vendido, como tantas otras, con el fin de limitar nuestra visión de la Realidad y programarnos socialmente.

Se debe a que al igual que en los demás aspectos, hacen que nos comportemos como caballos con anteojeras que no ven más allá de lo que les señalan, y como borregos que se divierten cuando les dicen, donde les dicen e incluso como les dicen. Y lo peor es que la mayoría de la gente presume de cumplirlo (especialmente ahora, con las redes sociales). En ocasiones me da hasta pena tal demostración de impersonalidad y manipulabilidad.

Porque además se da una pequeña paradoja: si uno se quita esa venda, la seducción resulta ser un concepto integral, que como tal, por supuesto, se puede extrapolar perfectamente también a la noche...

Córdoba, septiembre de 2012




1 comentario:

Yo... dijo...

Buahhh qué pasote... Me encanta... Estoy totalmente de acuerdo...
Bufff es que me da miedo pensar y sentir tan igual que lo que dices...
Y el vídeo... Jajaja... Me suena...
Pero todo eso no me hace olvidar que aunque sea solo por unas horas, has incumplido el trato en cuanto a fecha de publicación del post...