Sin embargo, hay algo en tu risa, en tu color de ojos, en cómo me abrazas, en tu cultura general, en tu iniciativa "carnal", que me hace extrañamente adicto a ti.
A veces pienso que existe un destino caprichoso intentando enredar almas gemelas que están muy cerca pero necesitan grandes rodeos para encontrarse.
Pero solo a veces.
El resto del tiempo, pienso en ti.
Córdoba, 17 de enero de 2013
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